A partir de ahora, les mostraremos en esta sección una serie de relatos ficticios relacionados con los mitos de los pueblos o culturas latinoamericanas. La idea es que puedan conocer fábulas y leyendas sobre diferentes personajes sobrenaturales que representan y reflejan parte de la historia de esta parte del mundo.

El Familiar
Nombre: El Familiar, Satanás, Vivorón, Cadejo
Origen: Argentina
Descripción: espíritu devorador de hombres

Para muchos, El Familiar es un espíritu maligno que se come a los hombres, pero para otros, este personaje encarna al mismísimo Satanás .

En Argentina, se describen diferentes versiones sobre este ser, pero la más popular lo identifica con una especie de criatura demoníaca que da poder y dinero a cambio de vidas humanas.

La mayoría de la población cree que este personaje es real, situación que muchas veces es aprovechada por los dueños de los llamados ingenios (haciendas) para amenazar a sus trabajadores. Incluso, se ha denunciado que se atribuyó a El Familiar las desapariciones de trabajadores del “Ingenio Ledesma” durante la dictadura cívico-militar que gobernó el país (1976 y 1983).

Según cuenta la leyenda, las grandes empresas azucareras de Jujuy, en el noroeste argentino, lograron su riqueza y rápida prosperidad gracias a El Familiar. Así lo han oído, al menos, todos aquéllos que trabajan en las haciendas.

Los dueños de las fábricas habrían cedido a la tentación y le prometieron su alma a cambio de riqueza. El diablo aceptó el negocio, pero se quedó cerca, escondido en oscuros sótanos o siniestros galpones, para controlar que se cumpla el contrato.

Uno de estos pactos, establece la obligación por parte de los propietarios de entregarle un obrero por año, el cual será devorado sin compasión. Se dice que para llevar a cabo esta acción, adopta la forma de una enorme serpiente o un perro negro.

Es común en los ingenios, que con la última molienda de caña de azúcar, se lancen a los molinos un muñeco que representa al obrero que se debe entregar a Satanás, para así conformarlo y no llevarse a nadie más.

El Trauco
Nombre: El Trauco
Origen: Chile
Descripción: enano que enamora mujeres vírgenes

Se trata de una de las leyendas más famosas dentro de la cultura de la Isla de Chiloé, en el sur de Chile.

Su origen es incierto, pero según se cuenta, un hermoso ángel habría descendido a la tierra para conquistar a una linda joven. Dios, al enterarse de esa situación, lo castigó transformándolo en un ser horrible.

Otra historia dice que sería un hijo bastardo de la serpiente mítica Caicai. El Trauco nace de la rabia que sentía ésta hacia los seres humanos y de la ingratitud que muchos hombres tienen hacia el mar, por todo lo que nos ofrece.

Tiene el aspecto de un hombre de facciones desagradables y de baja estatura (entre 65 y 90 cm) y sus piernas tienen sólo muñones. Se pasea por los bosques con un bastón y una pequeña hacha de piedra, con la cual se dice que es capaz de cortar cualquier árbol. Se viste con un sombrero en forma de cono.

Pese a que tiene una mujer, la Fiura, se caracteriza por ser un enamorado incorregible y perseguir a mujeres vírgenes. A pesar de su feo aspecto, despierta en ellas una atracción irresistible, las cuales se entregan fácilmente. Para aquellas mujeres que se resisten, le basta con provocarles sueños eróticos. Así, las más bellas jóvenes caen rendidas en sus brazos.

Para alejar al Trauco se debe dejar un puñado de arena seca sobre la mesa, colocar excremento en el cuerpo de la mujer o quemar sus excrementos, pero hay que tener cuidado ya que éstos pueden ocasionar la muerte, al igual que su asqueroso aliento.

Cuando una joven quedaba embarazada en Chiloé y no se sabía quién era el padre, se le echaba la culpa al Trauco. De esta forma, se hacía creer que la madre“inocente” estaba poseída por un ser extraterreno.

Quetzlcoatl
Nombre: Quetzlcoatl, Kukulcan, Votán
Origen: México
Descripción: deidad de la cultura mesoamericana

De acuerdo a la mitología indígena prehispánica, Tonacatecuhtli fue un dios mexica de la creación y de la fertilidad. Habitaba en el cielo y durante la creación del mundo dividió la tierra y el océano de un solo soplido. Luego, con otro soplido, creó a su hijo Quetzlcoatl con la misión de salvar al mundo.

En lengua náhuatl, significa “Serpiente emplumada” y es considerado por algunos investigadores como el dios principal dentro del la cultura mesoamericana, que comprendía los actuales países de México, Guatemala, El Salvador, Belice, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.

Se especula que este dios es de origen olmeca, sin embargo es en Teotihuacán, la antigua Ciudad de México, donde se encuentran sus primeras esculturas y templos.

Los aztecas consideraban a Quetzlcoatl como el dios de la inteligencia y del viento. Además de descubrir el maíz, dio clases de ciencia a los hombres y les enseñó la elaboración del calendario y a convivir dentro de una sociedad civilizada.

Según otra leyenda, también fue hombre. Era rubio, blanco, alto, barbudo y de grandes conocimientos científicos, que instruyó a los pobladores de lo que hoy es México, a trabajar los metales, además de la orfebrería, y la astrología. Eso sí, jamás se llegó a saber su nacionalidad y su procedencia.

Básicamente, Quetzlcoatl representa la dualidad propia del ser humano: es cuerpo físico y espíritu. Sus enseñanzas quedaron recogidas en ciertos documentos llamados Huehuetlahtolli o las “antiguas palabras”, transmitidos por tradición oral hasta que fueron escritas por los primeros cronistas españoles.


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