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Andrea Fuentes forma parte de la selección española de natación sincronizada. Es la capitana y una de las protagonistas principales de los bailes artísticos que su equipo realiza bajo y sobre el agua. El grupo es bastante joven y está en renovación, pero se han adaptado muy bien al cambio. Conversamos con esta deportista de élite, quien nos entrega detalles sobre su grupo de compañeras y de esta hermosa disciplina.

Texto: Laura Basagaña
Fotos: Archivo personal de Andrea Fuentes
País: España

ecientemente, en agosto de 2010, el equipo español de natación sincronizada logró en Budapest su segunda medalla de plata en los Campeonatos de Europa de Natación. Rusia obtuvo el primer lugar y Ucrania el tercero. El conjunto español estuvo liderado por Andrea Fuentes, quien además fue subcampeona continental en la prueba individual.

“Lo artístico siempre me ha atraído”, explica Andrea. “Escogí la natación sincronizada porque es la disciplina que junta deporte y arte. Nacida en Tarragona, el 27 de abril de 1983, empezó a los 9 años, cuando descubrió que este deporte le apasionaba. Y muchos años después, todavía está cautivada por el agua y la música que forman parte de esta disciplina.

Andrea Fuentes y sus compañeras de equipo se entrenan de 8 a 10 horas diarias. Su rutina de entrenamiento comienza cada día a las 8.30 AM. Tres días a la semana, hacen pesas y otros tres días gimnasia artística. Luego hacen también acrobacia y preparación física estándar. “A las 10.30 AM vamos al agua y trabajamos técnica de natación sincronizada y coreografías”.

Las nadadoras paran para comer a las 2.00 PM y a las 3.30 PM se vuelven a meter a la piscina hasta las 6.00 PM. “Tenemos hora de entrada, pero no de salida. Se trata de un deporte muy exigente y hay que dedicarle muchas horas”, señala.

El cuerpo de las deportistas tiene que estar muy adaptado a la falta de oxígeno, porque la mayor parte del tiempo, las nadadoras están bajo el agua. “Es algo muy duro para los músculos del cuerpo. Además, tienes que estar en continuo movimiento para completar la danza”.

Unidas bajo el agua

El equipo de natación sincronizada lo conforman 11 nadadoras. En las Olimpiadas solo compiten 8 de ellas. “Nos llevamos bastante bien, incluso nos vamos a cenar juntas. La entrenadora se encarga de que haya una buena dinámica de grupo. De vez en cuando, nos reparte encuestas para que podamos explicar los problemas por escrito”, admite.

El trabajo en equipo es algo muy importante en este deporte. En los Juegos Olímpicos, por ejemplo, se compite en grupo. “También hacemos duetos y solos, pero generalmente bailamos en grupo”, explica. “Se nota mucho cuando un equipo está unido bajo el agua y en las coreografías: juntas competimos mejor”.

De su entrenadora, Anna Tarrés, Andrea admira la capacidad que tiene de sacar lo mejor de las nadadoras. “Ella siempre piensa que podemos más. Nosotras muchas veces creemos que lo estamos dando todo, pero nos damos cuenta de que todavía podemos mejorar”. ¿Y de sus compañeras? “La capacidad de convertir los momentos difíciles en algo más agradable, gracias al sentido del humor. Eso aclara la mente en momentos duros”.

La deportista aclara que la natación sincronizada le ha aportado rapidez en la toma de decisiones, iniciativa y capacidad de trabajar en equipo. “Este deporte me ha enseñado que si hay problemas no hay que quedarse parada. Y esto es algo que se aplica en la vida diaria. A veces pienso que no toda la gente de mi edad tiene la iniciativa necesaria para sortear los problemas”, explica.

Si Andrea Fuentes tuviera que aconsejar a las futuras deportistas de sincronizada les diría que “no se dejen llevar por el mero hecho de copiar. Que crean en ellas. Que busquen con iniciativa y creatividad hacer algo nuevo. Hay que innovar”, explica.

Control mental

¿Cómo se puede controlar el miedo escénico, el estrés antes de la competición? En el caso de Andrea, hace ejercicios de relajación e intenta hacer meditación. “Esto me sirve para evitar las cosas inciertas que nos preocupan y que no sabemos si pasaran o no, afirma.

La deportista explica que a través de la respiración y del control mental de su cuerpo, se concentra en disfrutar del momento sin pensar en el futuro. “A veces el miedo te puede manejar. Si no sabemos controlarlo, en muchas ocasiones te puede ganar”, señala.

Por otro lado, la música juega un papel muy importante en los entrenamientos y competiciones de natación sincronizada. Además, es un elemento importante, ya que también les ayuda a combatir estos miedos. “La música nos inspira y sirve para expresar lo que tenemos dentro”.

Es así como, además, las nadadoras del equipo utilizan la música para marcar el ritmo en las coreografías. “A veces te toca bailar música que no te gusta, pero hay que intentar ser buena profesional. Lo ideal es que la música te emocione y te inspire”, agrega.

Anécdotas acuáticas
Andrea Fuentes, explica que en el entrenamiento hacen un ejercicio que consiste en aguantar la respiración bajo el agua hasta que la entrenadora les avisa. Un día estaban en pleno ejercicio, cuando llegó alguien y se puso a hablar con la entrenadora. “Ella se distrajo y no se acordó que estábamos bajo el agua. Nosotras pensábamos: ¡‘Vaya, cuánto rato’!. Nos mirábamos extrañadas. Hubo dos chicas que se desmayaron. Luego, nos fuimos avisando para salir a la superficie y salimos todas ayudándonos unas a otras”, explica.

¿Y un momento importante? “Recuerdo el instante de subir al podio para recoger la medalla olímpica en Pekín. Veníamos de una etapa muy dura, de entrenamientos exigentes. El poder subir al podio fue la recompensa. Ahí nos dimos cuenta que si realmente quieres algo, lo acabas consiguiendo. El trabajo duro da recompensas, no solo hay talento detrás del triunfo”.


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