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Tigres con alas, dragones con colas de peces o saltamontes con la cara de un búho, todo está permitido a la hora de hacer un alebrije. Son figuras artesanales hechas de papel o madera que, en palabras de los propios mexicanos, representan parte de su cultura e identidad. Personajes mágicos y místicos que, sin importar su tamaño o forma, son muy llamativos. Conoce aquí el origen de estos divertidos y misteriosos seres imaginarios que gracias a su estilo único, y con el paso de los años, se han sabido ganar un espacio en el corazón del pueblo azteca.

Texto y fotos: Arturo Figueroa Carrasco
País: México

s de noche en San Martín Tilcajete, un tranquilo pueblo del estado de Oaxaca en México. Jesús Melchor García no para de trabajar y de pensar en la forma irreal que tendrá su próxima creación. Perteneciente a una familia de artesanos, este oaxaqueño ha vivido por casi 30 años inmerso en una tarea no muy común: hacer alebrijes. Un oficio que en realidad es un arte: misterioso, colorido y con formas inexplicables. A través de ellos, Jesús hace volar la imaginación de las personas que ven sus creaciones finales.

Los alebrijes son figuras artesanales imaginadas, creadas y hechas solo en México. Para que se entienda mejor, son esculturas hechas en papel o en madera de copal. Son talladas a mano y por lo general tienen forma de animales reales o imaginarios, es decir, se caracterizan por ser una mezcla entre un ser común y uno fantástico.

“Comencé siguiendo los pasos de mi padre; de él aprendí este curioso oficio que nunca más pude dejar”, afirma Jesús, quien también tiene su postura sobre el origen de esta artesanía. “Los alebrijes no nacieron en Oaxaca, sino en Ciudad de México. Fueron hechos desde el principio en papel maché. Recuerdo que los mismos clientes nos trajeron unos y pudimos ampliar este arte, haciéndolos de madera”, recuerda.

Una obra de arte

Así como Jesús, la mayoría afirma que los alebrijes fueron creados en Ciudad de México por Pedro Linares en 1936. Según se cuenta, un día Linares enfermó y cayó en un sueño profundo. De pronto se vio caminando por un bosque en el que se encontró con un burro con alas de mariposa, un gallo con cuernos de toro y un león con cabeza de águila. Todos ellos gritaban al mismo tiempo la palabra “alebrijes” y fue al despertar, cuando el artesano comenzó a recrear estas criaturas fantásticas en papel maché.

Entre sus numerosos clientes se encontraban nada más y nada menos que reconocidos personajes mexicanos como Diego Rivera y Frida Kahlo. Tanto fue el impacto de la creación de Pedro, que ha sido invitado a EE.UU. y a Europa para exhibir sus obras de arte. En 1990 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en la categoría Artes y Tradiciones Populares, la más alta condecoración para artesanos otorgada por el gobierno mexicano.

Tigres con alas, dragones con colas de peces o saltamontes con la cara de un búho, todo está permitido a la hora de hacer un alebrije. Y el mejor lugar para verlos es precisamente donde los hacen: en alguna de las decenas de pueblos de Oaxaca que mantienen viva esta tradición.

“Los alebrijes representan parte de nuestra identidad; al verlos me identifico con ellos y con mi cultura, ya sea por sus colores, formas y por aprender a no tenerle miedo a seres extraños. ¡Mis favoritos son los que tienen forma de dragón!”, nos explica la mexicana Cynthia Bermúdez. “Es una tradición artesanal muy arraigada, así como ‘El día de muertos’ fecha que, más que un tiempo de recogimiento, se vive como una verdadera fiesta pero con mucho respeto”, agrega.

Por otro lado, si estás en la capital mexicana y tienes la posibilidad de hacerlo, no puedes dejar de visitar uno de los lugares donde por excelencia “viven” estos seres mágicos: el Museo de Arte Popular. Ubicado en el centro histórico de la ciudad, este lugar tiene una exposición permanente con decenas de estas figuras, las cuales son, sin lugar a duda, una de las artesanías mexicanas más admiradas por locales y extranjeros.

En el Paseo de Reforma

Este reconocido museo es el encargado de realizar desde hace seis años el concurso y desfile de “Alebrijes Monumentales”. Los transeúntes pueden admirarlos en su recorrido desde el zócalo capitalino, para luego asombrar a todos a lo largo de la imponente Avenida Reforma y su posterior exhibición en un sector de esta prestigiosa avenida del DF. Aquí se acoge este festivo desfile con el que se le rinde tributo a la cultura mexicana y a la invaluable creación de Pedro Linares.

“Soy de Guatemala y me encantan las artesanías, especialmente las mexicanas. Cuando conocí los alebrijes, quedé muy sorprendida: sus formas, sus colores, todo el trabajo que hay detrás. Es una labor realmente de joyería. Son piezas de colección, realmente no hay nada parecido”, afirma Julia, que visitó unos días la Ciudad de México y aprovechó de ver al aire libre estas piezas únicas.

Mexicanos y extranjeros se contagian con la alegría y los colores de estas espectaculares figuras, que luego de recorrer parte de esta importante vía capitalina, descansan unos días en un espacio urbano entre los monumentos del Ángel de la Independencia y la Diana Cazadora.

Los alebrijes llenan de magia y surrealismo su entorno y toda la gente pone su mejor pose para inmortalizarse en una foto al lado de su figura preferida. Un recuerdo que va directo a las redes sociales, para presumir con orgullo este arte único. Uno de los más solicitados, por sus colores y detalles, fue el que se titulaba “Injusticia” y que se llevó el glorioso primer lugar.

Cultura para el mundo

Esta magna exhibición se ha convertido en la ocasión ideal para dar a conocer este singular trabajo de los diferentes artistas, artesanos y colectivos, que buscan a través de sus creaciones, preservar la cultura mexicana y llevarla a todo el mundo.

Los alebrijes de Jesús también han cruzado la frontera ya que ha podido exhibirlos, ante el asombro del público, en ciudades como San Francisco, Los Ángeles, San Diego, Phoenix y Nueva York.

Con la genialidad de su creador Pedro Linares, la constancia de Jesús Melchor y el desfile de alebrijes monumentales y sus orgullosos artesanos apoyados por el Museo de Arte Popular, estos extraños seres de colores se han convertido en una de las artesanías más tradicionales de México y que le da grandes satisfacciones a miles de artesanos, las mismas que nuestro emprendedor oaxaqueño esperar contagiar a sus futuras generaciones.

“Lo que hago lo defino como arte popular; lo disfruto porque gracias a mis alebrijes he podido viajar a diferentes lugares y conocer otras culturas. Quiero seguir haciéndolo y espero poder heredarlo a mis hijos”, afirma el talentoso Jesús. Este hombre refleja en sus criaturas de madera todos sus sueños y anhelos, así como también su visión de la vida y, por qué no, el amor que siente por su México lindo y querido.

Nacimiento de un alebrije
¿Cuál es el proceso para hacer estas increíbles figuras que parecen llegadas de otro planeta? Jesús nos explica su método: “Se comienza seleccionando el tronco de madera que vamos a añadir dependiendo del tamaño de la figura que vamos a tallar. Puede ser un pedido especial, algo que se nos ocurrió o simplemente lo que la forma del tronco permita hacer. Después de tallarla se deja secar algunos días para poder pulirla ya que la madera la trabajamos ‘verde’. El siguiente paso es resanar y ‘curar’ la madera para mantenerla libre de polillas e insectos. El paso final es pintarlos. El tiempo de decorado dependerá de la complejidad, originalidad y técnica de cada artesano. Esta última etapa puede tardar varias semanas en terminarse”. Jesús agrega: “En el pueblo donde vivo (San Martín Tilcajete), la mayor parte de los habitantes se dedican a esto y en el estado de Oaxaca conozco a casi todos los que vivimos de este oficio. Es nuestro sustento”, concluye.





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Versión Principiantes – A2


Alebrijes.


Es 1936. En Ciudad de México vive Pedro Linares; él está enfermo y tiene fiebre. Por ese motivo, tiene un sueño profundo y ve figuras mágicas y fantásticas: buhos con colas de peces, un burro con alas de mariposa y un gallo con cuernos de toro. Todos gritan: “¡Alebrijes, alebrijes”!

Cuando Linares despierta, se pone a tallar las fantásticas figuras de su sueño. Así nacen los alebrijes, las figuras más conocidas y apreciadas de México.

Hoy en día, los artesanos de Oaxaca son los que tallan y elaboran estas figuras y continúan con la tradición de generación en generación. El Museo de Arte Popular (en la Ciudad de México) tiene una sección dedicada a ellos y una vez al año se hace un desfile llamado “Alebrijes Monumentales”. En dicho evento, las figuras desfilan por la popular Avenida Reforma para que todos puedan admirarlas y tomarse una foto junto a ellas.

Comprensión

A continuación verás las preguntas de comprensión del texto. Lee y escucha el texto para responder a las preguntas. (Te recomendamos leer primero y escuchar después)

Alebrijes Monumentales

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Gramática y Usos

A continuación encontrarás dos documentos PDF con la explicación del Uso y Gramática.

A2 ‘ Escribir una carta informal .

B2 ‘Escribir un carta formal . .

Vocabulario

Los alebrijes

Animales .

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