Nivel

Lee el resumen
en nivel básico
Escucha y lee

Guía de Uso
Download


Del 30 de agosto al 08 de septiembre del presente año se desarrollará en Canadá el “Vancouver Latin American Film Festival”, evento que se realiza desde el año 2003. Dentro de ese contexto, nos gustaría aprovechar la ocasión para dar un breve repaso a parte de la historia del cine latinoamericano. Específicamente, para hablar de la violencia y opresión generada por los gobiernos dictatoriales de América Latina como tema principal del cine y, además, los cambios producidos en estos últimos años. Acompáñennos a disfrutar de este recorrido y descubrir parte del testimonio cultural y social de nuestros países. Luz, cámara, ¡acción!

Texto: Alex Choquemamani Ccalli

as décadas de los setenta y ochenta marcan un antes y un después en la historia de Latinoamérica. Durante este periodo en muchos países (Argentina, Bolivia, Chile, Uruguay, entre otros), los asesinatos, las desapariciones, las ejecuciones extrajudiciales y las torturas fueron una práctica regular dirigida desde el Estado hacia la sociedad civil.

Por otro lado, las libertades fundamentales (por ejemplo, las de expresión o reunión) estaban suspendidas. Conseguir justicia era una tarea prácticamente imposible porque instituciones claves como el poder judicial se encontraban bajo el control de las dictaduras.

En ese sentido, las posibilidades de realizar una película con un enfoque crítico de la realidad de aquella época eran inexistentes. Algunas de las razones: censura en todas sus formas de expresión, prohibición de exhibiciones, negativa de otorgar créditos o, simplemente, el secuestro de las copias por parte de agentes policiales.

Si un cineasta quería hacer un cine crítico, tenía que asumir todos estos riesgos. Caso contrario, debía partir al exilio como fue el caso del documentalista Patricio Guzmán, (director del documental “La batalla de Chile”).

En la segunda mitad de los 80, se va produciendo la caída paulatina de las dictaduras latinoamericanas. De esta forma, comienzan a darse las condiciones para que surja un cine que denuncie la violencia desatada por estos regímenes políticos. La industria asume el desafío de recuperar y construir un “recuerdo”, jugando un papel importante para la construcción de una memoria cultural.

Dos ejemplos, dos realidades

Bajo esta perspectiva, podríamos destacar dos películas: “Caluga o menta” (1990) de Gonzalo Justiniano (Chile) y “La historia oficial” (1984) de Luis Puenzo (Argentina). La primera trata de las consecuencias de la dictadura y, la segunda, de la violencia de aquélla.

El tema central de “Caluga o menta” es la marginalidad sin esperanza de un grupo de jóvenes que viven a diario las consecuencias, tanto del régimen militar de Augusto Pinochet, como el de los gobiernos democráticos post-dictadura. Además de la marginalidad social, está presente también el desempleo producto del sistema económico de libre mercado impuesto por la dictadura, y luego mantenido por los gobiernos post Pinochet.

El título de esta película -como bien lo ha señalado el crítico de cine Julio López Navarro- se refiere a la “toma de partido en una situación dada”, en que se debe optar por vida o muerte, cielo o tierra, cara o sello, caluga o menta. Pero, durante la película la elección es una forma de absurdo, ya que tal alternativa no existe: los personajes parecen fatalmente predestinados, sin posibilidad de elección. Se trata de personas marginales que viven en una población periférica de Santiago, en medio de polvo y miseria.

En una escena de la película una autoridad política, cuya edad es parecida a la del grupo de jóvenes, visita la población en donde viven estos. Ahí les cuenta que el gobierno planea poner áreas verdes en esa zona. Frente a esta noticia uno de los jóvenes le responde: “Ahora recién se acuerdan de los locos, ahora que nos volvimos locos”. Esta escena resume bien la película: la historia de un grupo de jóvenes que no tiene esperanza en el futuro, ni mucho menos en los políticos.

La otra cinta, “La historia oficial”, aborda el tema de los detenidos desaparecidos dentro del contexto de la dictadura argentina. Esta película narra dicha experiencia desde el punto de vista de una profesora (Alicia) que pertenece a la clase media alta. Este estrato socioeconómico fue el único que obtuvo ventajas de la dictadura militar (1976-1983).

Así, Alicia lleva una vida normal, hasta que se reencuentra con una amiga. Ahí se entera no sólo de la insólita tortura sufrida por la mujer, sino también de la práctica militar de disponer de los hijos de los desaparecidos. La posibilidad de que Gaby, su hija adoptada, pudiera ser la hija de una torturada y desaparecida, empieza a hacer tambalear su aparente calma.

En la segunda parte de la película, efectivamente Alicia descubre que su hija pertenece a detenidos desaparecidos. Luego hace entrega de su hija adoptiva a sus auténticos abuelos. Su esposo, al enterarse de esto, en un arrebato golpea a Alicia, al descubrir que su hija no está y la siente desaparecida.

Cambio de temática

Ahora bien, ambas películas utilizan un tono de denuncia, sea explícito o implícito, contra las dictaduras. Y, dentro de ese alegato, también hay un dejo de nostalgia por un pasado interrumpido abruptamente por este tipo de gobiernos.

Desde mediados de la década de los 90 hacia adelante, podemos percibir un cambio de temática en el cine latinoamericano. Al respecto, Luis Villegas, joven director de cine, que está a punto de estrenar su primera película, nos dice: “El cine chileno de estos últimos años se ha centrado en el mundo privado de sus personajes, en donde estos solo viven su metro cuadrado”.

Esta afirmación es acertada, más aun si revisamos uno de los últimos libros de cine publicados, “América Latina en 130 películas” (2010) del uruguayo Jorge Ruffinelli. En este ejemplar podemos corroborar que en los últimos veinte años en Latinoamérica destacan películas que buscan documentar la vida, el desánimo y las formas de trabajo de los sectores populares.

La nueva generación de directores toma distancia de los contenidos políticos, militantes y revolucionarios, temáticas claves de la generación anterior. Para Carlos Pérez Villalobos, documentalista y profesor de la Universidad Diego Portales (Chile), este distanciamiento tiene que ver con un cambio generacional. “Los realizadores actuales no toman en cuenta el contexto histórico y político de las dictaduras (y en caso de tomarlo lo hace de forma ligera), porque no la experimentaron, no obstante haber crecido en dicho contexto”.

Además de esta razón, podemos destacar otra que tiene que ver con el contexto social en que Latinoamérica se encuentra inmersa: un mundo globalizado en donde las distancias se acortan gracias a las nuevas tecnologías. Pero, paralelamente a este fenómeno mundial también van surgiendo nuevos problemas sociales: marginación social, xenofobia, explotación laboral. Estos temas no son ajenos para el cine latinoamericano y son tratados de manera desencantada y con un énfasis en el ejercicio narrativo.

Nuevos temas, muchos premios

Tanto en Argentina como en Chile, estos últimos 20 años, encontramos películas donde se narran historias intimistas y se abordan nuevos problemas sociales como la exclusión. Incluso, en algunas películas se combinan ambas temáticas. A modo de ejemplo podemos destacar: “Buenos Aires viceversa” (1996), “Hijo del río” (1999) y “Bolivia” (2001) en Argentina, y “La nana” (2009) y “La vida de los peces” (2010) en Chile. En otros países, ocurre algo similar, como es el caso de la película uruguaya “Whisky” (2004), o la película peruana “La teta asustada” (2008).

Este nuevo cine de latinoamericano ha obtenido muchos premios y reconocimientos en diferentes partes del mundo. La película argentina “El secreto de sus ojos” (2009) dirigida por Juan José Campanella obtuvo un premio Oscar a la mejor película extranjera el año 2010. También, la ya mencionada película uruguaya “Whisky” (2004), dirigida por Pablo Stoll y Juan Pablo Rebella, fue premiada el 2004 en el Festival Internacional de Cine de Cannes.






feedback
name@beispiel.com

Versión Principiantes – A2


La cara oculta del cine latinoamericano.


Nuestros amigos del Vancouver Latin American Film Festival celebran en septiembre un año más de vida, mostrando al público interesantes películas en español. Por eso, nosotros preparamos un pequeño resumen de la historia del cine latino en los últimos 40 años.

Durante las décadas de los 70 y 80, la mayoría de los países latinoamericanos vivían bajo dictadura militar. Secuestros, torturas y asesinatos eran comunes; la libertad de expresión no existía y los cineastas no podían contar sus historias con libertad.

Por ese motivo, durante los 80 y 90, las películas en América Latina fueron sobre todo de denuncia. Contando las historias crudas y duras de la época de los gobiernos militares y algunos años posteriores. Diciendo todo lo que no se podía decir cuando estaba ocurriendo. Algunas películas que muestran estas realidades son “ Caluga o Menta” (Chile) y “La historia oficial” (Argentina).

Sin embargo, hoy en día el cine latinoamericano ha cambiado su temática. Ya no habla de la dictadura, sino de la marginalización de la gente, de la xenofobia y de lo que le pasa a cada individuo dentro de la sociedad.. Así títulos como “El secreto de sus ojos” (Oscar mejor película extranjera), “Whisky” (Uruguay), “La nana” (Chile) cuentan la realidad de personas y, a través de ellas, el estado actual de la sociedad.

Comprensión

A continuación verás las preguntas de comprensión del texto. Lee y escucha el texto para responder a las preguntas. (Te recomendamos leer primero y escuchar después)

La cara oculta del cine latinoamericano

Quiz

 

Gramática y Usos

A continuación encontrarás dos documentos PDF con la explicación del Uso y Gramática.

B1 ‘ Diferencia entre pedir y preguntar .

C1 ‘¿el ex o el entonces? . .

Vocabulario

La cara oculata del cine latinoamericano

El cine .

¿Quieres conocer más sobre Latinoamérica?

Descubre sus imágenes, sonidos y sabores:

¡Viaja y aprende!

Si quieres aprender español en Latinoamérica , VeinteMundos te recomienda: