En Latinoamérica, la carne es el ingrediente principal de la mayoría de los platos típicos, pero también es un factor clave en el desarrollo de países como Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay. En esta última nación, específicamente, el sector ganadero es el segundo motor de la economía nacional, después de la soja, y no sólo produce grandes cantidades, sino que además, exporta carne de la mejor calidad
Alejandra Moreno V.

Paraguay, con un clima cálido y enormes extensiones de tierra agrícola, es un paraíso para el turismo, pero también para un negocio muy rentable como la ganadería. Su producción no tiene nada que envidiar a los países vecinos y es tan competitiva como para entrar en los mercados más exigentes.

De acuerdo con Jorge Camperchioli, propietario de la Agrícola Ganadera San Luis, Paraguay es un país eminentemente agropecuario, ya que el 40% de sus ingresos provienen de esta área. En el sector pecuario, la industria cárnica ha ido creciendo ampliamente y según el ingeniero, hace cinco años el país exportaba 60 millones de dólares al año y hoy la cifra se mueve entre 600 y 800 millones de dólares.

“La razón de este crecimiento es el ingreso a nuevos mercados gracias a la demanda de carne del Mercosur y las perspectivas en el mercado de los commodities y los productos de proteína animal”, explica el empresario. Otro factor fundamental es el crecimiento de Rusia y los países emergentes del oriente. Esto ha convertido a Paraguay en el quinto productor y exportador de carne del mundo.

“Además de ser un país tropical y de la implementación de nuevos sistemas de almacenamiento de agua, Paraguay tiene a su favor que su presión impositiva es la más baja del Mercosur y la mano de obra también es la más barata”, expone el profesional Pedro Zuccolillo, propietario de Forestal y Ganadera Don Pedro, explica que el ganado se cría libremente en grandes extensiones y con pasto, lo que da un mayor bienestar al animal. “En otros países productores, hay muchas cabezas en poco espacio, alimentadas con granos y muy medicadas, por lo que la carne paraguaya es más saludable”, explica.

La industria local se ve desafiada por Brasil, ya que siempre que este país entra a un mercado lo hace con fuertes volúmenes. De hecho, las 11 millones de cabezas de ganado paraguayas no pueden competir contra una nación que produce tantas toneladas. Sin embargo, de acuerdo a Zuccolillo, el mercado es tan grande que un país no desplazará a otro, ya que mientras la población siga creciendo, la demanda también lo hará.

Según el empresario, otros grandes retos que debe enfrentar el sector son: profesionalización de la mano de obra, inestabilidad política y debilidad del sector público.

La carne es el producto fundamental de la dieta paraguaya, sin embargo, una gran parte se exporta. De acuerdo a la Comisión de Carne, Paraguay exportó en 2008 un total de 170.000 kilos, a un precio promedio de 2.465 dólares por tonelada. Los envíos se dirigen a 43 mercados mundiales. Chile destaca sobre todos los demás ya que consume el 45% del total, seguido por Rusia (20%) y Venezuela.

Paraguay es un país libre de fiebre aftosa, y de acuerdo a Zuccolillo, uno de los grandes cambios se dio por medio de un trabajo conjunto entre los productores y el Servicio de Salud Animal, que resultó en la vacunación de un 100% de los animales.

Cada país consume ciertos cortes de carne y tiene sus exigencias sanitarias a las cuales los productores deben adaptarse. El mercado europeo exige trazabilidad, sistema que permite saber la trayectoria productiva de cada pedazo de carne. Para aplicarla, se copió y mejoró las técnicas empleadas en Uruguay, Argentina y Brasil. Hoy operan cerca de 40 estancias con este sistema.

San Luis Agrícola Ganadera inició sus actividades hace casi cuarenta años, creada por Humberto Camperchioli, padre de Jorge. Actualmente cuenta con cuatro establecimientos de producción y 25.000 cabezas. La feria de San Luis es la venta de reproductores más antigua que opera en Paraguay.

“Nos movemos mucho por necesidades insatisfechas, así que hemos invertido en maquinarias para poder conservar forraje apropiado para el animal y hemos traído profesionales de Argentina”, explica el productor. Cada país consume ciertos cortes de carne y tiene sus exigencias sanitarias a las cuales el productor paraguayo debe adaptarse.

Forestal y Ganadera Don Pedro, se inició hace treinta años como un campo de explotación forestal y fue transformándose en una ganadera paulatinamente. Actualmente, cuenta con 25.000 cabezas. Sus exportaciones son tan importantes, que el 95% de la producción está destinada a otros países. Sin embargo, sólo se exporta el 50% del animal, ya que la parte con hueso y los cortes, que no son del gusto de consumidores foráneos, quedan dentro del país.

Ambos ganaderos, junto con otros 48 socios, pertenecen al CEA (Consorcio de Estancieros para Experimentación Agropecuaria), fundado en 1969, y cuya misión es transferir tecnología al sector ganadero del país. Camperchioli preside el CEA hace seis años y afirma que hoy es una institución de referencia para países vecinos e incluso Australia y EE.UU., con los que tienen fuertes vínculos. “Si podemos llegar a un nivel de excelencia trabajando juntos, ganamos todos. El mercado es muy grande como para competir entre nosotros y, haciendo esfuerzos conjuntos, hemos reunido las condiciones para llegar a mercados más exigentes”, concluye.


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