Nivel

Lee el resumen
en nivel básico
Escucha y lee
Download


¿Sabes que es un cuy? En Europa, América del Norte y Australia son mascotas que gozan de mucha popularidad por su alegre silbido, su suave pelo y porque son muy adorables. Existe una gran variedad de cuyes; suelen caber en la palma de la mano y con solo una mirada conquistan fácilmente el corazón de un niño. No obstante, en el Perú la percepción de los cuyes es distinta. Aquí pesan hasta tres kilos y son animales funcionales debido a su papel clave en la cadena alimenticia desde hace milenios. Por si fuera poco, también esconden secretos y poderes alrededor de la medicina tradicional y cultura andina…

Texto: Katrin Sorge
Fotos: Universidad Agraria La Molina
País: Perú

ay muchos nombres para el cuy: “cobayo”, “hamster peruano” o “conejillo de Indias” (aunque no tiene nada que ver con las Indias Occidentales). Los conquistadores españoles los llevaron de América Latina a Europa en el siglo XVI. Eran mascotas exóticas y regalos exuberantes para la nobleza. Supuestamente la Reina Isabel I de Inglaterra tenía uno.

En la Cordillera de los Andes su rol fue diferente. Las culturas ancestrales empleaban llamas principalmente por su capacidad de carga, alpacas por su fina lana y al cuy por su carne. Según investigaciones, este animalito ya había sido domesticado entre los años 5000 y 3700 A.C. en la Sierra Andina. Arqueólogos creen que los mochicas y wari fueron los primeros que construyeron grandes criaderos de cuyes cerca de sus templos. El objetivo: su consumo. Los incas, que llegaron después, adoptaron esta tradición.

“El cuy es un legado ancestral”, dice Teresa Montes Andía, especialista de cuyes de la Facultad Zootécnica de la Universidad Agraria La Molina en Lima. “Hasta el día de hoy muchas familias campesinas comparten sus hogares y vidas con estos animalitos”.Pero, ¿qué tiene el pequeño cuy que lo hace tan llamativo?

Como alimento

Desde los años 60, esta universidad se encarga de realizar estudios científicos acerca de la producción, alimentación y el valor nutritivo del cuy. La Molina cuenta con galpones para la crianza con fines comerciales. De hecho, posee la granja más grande de cuyes a nivel mundial: 12.000 animalitos. A lo largo de años de investigación, se logró crear una línea genética que es exportada a la comunidad latinoamericana (Ecuador, Colombia, Cuba, Costa Rica, entre otros) y que requiere un peso mínimo de 850 gramos para su consumo.

“El secreto del cuy como alimento es su carne, que es saludable y de buena calidad”, explica Teresa, mostrando una jaula de diez cuyes jóvenes y gorditos. “Con un alto contenido en proteínas y un bajo porcentaje de grasa y colesterol, representa una buena alternativa a la carne de pollo o de res”.

A esto hay que añadir que la crianza del cuy es simple: se adapta facilmente a diferentes ecosistemas, requiere poco espacio y es capaz de reproducirse en grandes cantidades en poco tiempo. Además la alimentación del animal no es muy compleja. “Cualquier tipo de comida, como los desperdicios de la cocina, son suficientes para obtener un producto de alta calidad”, aclara Teresa.

Todas estas condiciones hacen que muchos campesinos andinos críen una gran cantidad de roedores en sus casas de escasos recursos. Los animalitos viven en la cocina o afuera en el pasto. En esta vida, el cuy no solamente sirve como comida, sino que también genera empleo para la gente que no tiene suficiente espacio para criar otro tipo de animales.

El éxito de la carne del cuy es tal, que forma parte de la gastronomía peruana. Cada región del país tiene su propia variedad: en Arequipa se come “cuy chactado”; el “cuy frito” viene de Cusco y en Huancayo la gente prefiere el “cuy coloreado”. A cada instante aparecen nuevos experimentos culinarios: el “jamón de cuy” o “hot cuy”, productos elaborados por la Universidad de La Molina. Además, la demanda sigue aumentando. Hoy en día, según diversos medios de comunicación peruanos, anualmente se consumen entre 50 y 65 millones de cuyes a nivel global.

Medicina tradicional

Cuenta la leyenda que los incas “leían” estrategias de guerra en las entrañas de los cuyes. Hoy en día, en cambio, se examinan posibles enfermedades de la gente utilizando este animal: la llamada “soba del cuy” es una antigua tradición de sanación de la Sierra Andina que practican los sabios de los pueblos. Básicamente, consiste en ¡limpiar a una persona con un cuy, sacrificándolo luego para examinar su organismo!

Cuando un paciente sufre de un malestar (fiebre, ansiedad o vómito) la terapia comienza con una infusión de siete hierbas secretas para aliviar los síntomas. Después se pasa el cuy de la cabeza hasta los pies del enfermo. “Como el animalito es muy sensible, absorbe todo el mal y se muere,” explica Irma Luz Poma Canchumani, sabia y buriladora de mates de la provincia de Huancayo. “Después se lo lleva a un lugar especial, junto con hojitas de coca y comida para ofrecérselo a la Pachamama. Al día siguiente el paciente está curado”.

“La pasada del cuy ayuda a curar el mal del chacho”, cuenta Irma. Ella heredó este conocimiento de su madre que también curaba a los enfermos con el cuy. “Cuando la Pachamama está en movimiento es incapaz de absorber agua, esto hace que transmita su mala energía, o chacho, a cualquier persona”.

Hay que destacar que la elección del cuy siempre depende de la edad y del sexo del enfermo: si el paciente es un hombre mayor, se elije un cuy grande y macho. Al contrario, para una niñita, un cuy joven y hembra. También es importante que el enfermo crea en el éxito del tratamiento.

Hay que aclarar que solo los sabios son los elegidos para realizar el procedimiento, ritual que no se aplica para enfermedades graves (como cáncer). A veces, cuando el mal es muy fuerte, es necesario repetir el proceso.

En la sociedad andina

Mientras los turistas son los que principalmente comen cuy, los campesinos andinos prefieren ofrecerlo a sus familias e invitados en ocasiones especiales: en aniversarios, cumpleaños, despedidas o bodas. El aspecto físico y la salud del animalito reflejan el estatus social de su dueño: cuanto más grande y bien cuidado el cuy, tanto más el prestigio de la persona.

“El cuy es un animal muy noble. Se familiariza rápidamente con el humano y no se escapa de su casa aunque podría hacerlo. Está para armonizar a las familias y regalarles tranquilidad y paz,” aclara Irma Luz. De allí no sorprende el hecho que en muchos pueblos de la sierra todavía se practique el intercambio de bienes como una forma alternativa para reforzar relaciones sociales, incluyendo al cuy en la lista de mercancías.

Para las mujeres de la sierra, el cuy tiene una función especial: es común que para comenzar un matrimonio se le entregue a la esposa una pareja de cuyes, a veces vestidos de novios, como un símbolo de fertilidad. Además durante el embarazo muchas mujeres toman caldo de cuy porque es saludable. Según la creencia, estimula la sexualidad.

Siendo un animalito casi heroico que contribuye a muchos aspectos de la vida diaria en la sociedad peruana, parece que la idea del cuy como mascota aún es muy lejana. Pero quizás esto no hace falta. A los que creen que el destino del tierno roedor es demasiado cruel hay que decir que por su carácter fue honrado con el título de “Patrimonio Natural del Perú”… ¿y sobre qué mascota se puede decir lo mismo?

El cuy y el marketing

No cabe duda que el cuy es un buen negocio en Perú. De hecho, ha sido utilizado por varias empresas en sus estrategias de marketing. El Banco de Crédito del Perú (BCP) se prevalió del animalito para su campaña “Preocuparte no debes”. Bajo el nombre del “Cuy mágico”, el banco ofrece préstamos a personas que los necesitan para sus emprendimientos. Nacido en el año 2008, el popular roedor bancario ahora ya tiene su propia página web, una cuenta en Facebook/Twitter, un videojuego en línea y varios comerciales. Otro ejemplo que muestra la comercialización exitosa del cuy en los medios es la marca “Cuy-Arts”. Atrayendo a turistas extranjeros, la empresa vende una amplia gama de mercancías con íconos famosos del Perú (p.ej. el Lago Titicaca, el chullo, la llama, etc.) con un diseño caricaturesco y divertido. Los fundadores de la empresa, irónicamente, son españoles. Finalmente también la artesanía tradicional descubrió al cuy como un motivo de arte: en casi todo el país se puede comprar mates burilados o cerámicas de cuyes.






feedback
name@example.com

Versión Principiantes – A2


El cuy mucho más que un simple animal.


El cuy es para muchos extranjeros un pequeño roedor que los peruanos ofrecen como plato típico en sus restaurantes. Pero no solo es un alimento importante en su dieta, sino que es un símbolo de estatus social, una mercancía de intercambio, un símbolo de fertilidad, una herramienta de sanación y un armonizador de las casas.

Mientras más grandes son los cuyes, el nivel socio-económico de la familia es mayor, por eso se prepara en eventos especiales como bodas. También es una mercancía, ya que en zonas rurales del Perú las personas los intercambian como si fueran dinero. Cuando una pareja se casa, recibe un par de cuyes como símbolo de fertilidad. Además, es una poderosa herramienta de sanación, muchos sabios curan a las personas frotando el cuy por el cuerpo del enfermo.

Hoy en día, existen criaderos de cuyes en varios lugares de Perú. Es muy fácil criarlos porque se adaptan rápido y comen desperdicios. La Universidad Agraria de la Molina, exporta cuyes a varios países de América Latina; además, varias empresas han empezado a explotar la imagen del animalito para hacer y ofrecer productos a locales y extranjeros.



Comprensión

A continuación verás las preguntas de comprensión del texto. Lee y escucha el texto para responder a las preguntas. (Te recomendamos leer primero y escuchar después)

El Cuy mucho más que un simple animal

Quiz

 

Gramática y Usos

A continuación encontrarás dos documentos PDF con la explicación del Uso y Gramática.

B1 ‘ Verbos Reflexivos .

C1 ‘Uso de ‘lo’ . .

Vocabulario

El cuy mucho más que un simple animal

Vocabulario del Resumen .

¿Quieres conocer más sobre Perú?

Descubre sus imágenes, sonidos y sabores:

¡Viaja y aprende!