Colombia es un país con espíritu “fiestero”. La gente lo lleva en la sangre. Cualquier motivo es bueno para celebrar; y la Navidad, por supuesto, ocupa un lugar especial dentro del conjunto de festividades que forman parte del calendario local. Es la oportunidad para empezar a cerrar, como dicen por allá, “como Dios manda” el año que termina. Por tal motivo, acompañamos a nuestro periodista boliviano en su recorrido por una celebración muy tradicional, pero que para él (como extranjero) le resultó algo totalmente nuevo y asombroso, en las hermosas tierras cafeteras.

Texto: Rodrigo Vargas y Javier Hernández.
Fotos: Javier Hernández.
País: Colombia

egué de La Paz en octubre del anteaño pasado para trabajar en una universidad. Mi labor consistía en apoyar labores de voluntariado. Y ya en diciembre, estaba participando de las celebraciones navideñas con compañeros que recién comenzaba a conocer. Es sorprendente que la celebración de la Navidad en Colombia es “la” súper celebración. No solo es el espacio familiar, al que yo estuve acostumbrado desde mi infancia en Bolivia, sino de amigos cercanos y no tan cercanos.

Recuerdo que fue increíble, porque ya en octubre ¡parecía el día de Navidad! Todo lleno de color verde y rojo. No es una exageración decir que desde finales de dicho mes, ya empiezan a vislumbrarse los primeros símbolos alusivos a la celebración del nacimiento del Niño Dios. “A medida que transcurren los días de noviembre en muchos establecimientos comerciales y en algunas casas ya empiezan a verse arbolitos de Navidad, figuras de Papá Noel y, muy en menor medida, pesebres”, comenta Javier, un colombiano de cepa y lomo.

Recuerdo claramente mi primera “noche de velitas”, porque no sabía que era ¡noche de velitas! Solo me di cuenta cuando vi que niños y vecinos salieron en la noche a encender cirios a las puertas de los edificios cercanos. Yo, sorprendido por los movimientos nocturnos, me acerqué a la ventana y me impacté por la cantidad de velas encendidas en la calle y la música que salía de varios apartamentos. ¡Realmente fue algo impresionante!

Me puse a caminar sorprendido por la alegría que irradiaban los vecinos. Me encontré y comencé a conversar con un “medio conocido”, Luis Francisco, un hombre que vivía cerca de mi casa. Él no entendía por qué estaba caminando solo en aquel momento tan especial. Le expliqué que para mí era totalmente extraña la celebración. Paseamos un par de cuadras por la zona y nos despedimos efusivamente, como debía ser en esa ocasión. Fue una linda bienvenida a un país distinto…

Javier, mi “guía” colombiano, me explica qué es exactamente la noche de las velitas. “El 7 de diciembre se da comienzo oficial a las fiestas navideñas. En toda Colombia, familias y vecinos se reúnen con la excusa de prender faroles y velas, los cuales dejan en los antejardines y ventanas de sus casas hasta el amanecer. Mientras tanto, la música bailable ameniza las cuadras de los barrios; miles de niños corren alegres por las calles, parques y centros comerciales. El cielo de los diferentes pueblos y ciudades se ve decorado por el color de fuegos artificiales”.

Los rituales de las novenas

Durante los días previos a Navidad, a partir del 16 de diciembre, fui invitado a algunas casas de voluntarios y sus familias. Era todo un ritual: primero realizaban preparativos de comida y bebidas clásicas de la festividad. Luego, todos sentados alrededor del pesebre, rezaban y cantaban. Luego, comenzaba una fiesta donde se bebía y comía todo lo preparado. Lo sorprendente es que es música bailable y no son villancicos clásicos; más bien, se trata de canciones para bailar y las letras no tienen mucha relación con el nacimiento de Jesús.

Definitivamente, para mí fue nuevo el concepto de la celebración navideña como baile, aguardiente y comida… mucha comida. De hecho, me llamó mucho la atención que la Navidad sea un momento para compartir con amigos, vecinos, amigos del amigo. Y, al contrario de lo que estaba acostumbrado en Bolivia, en Colombia el Año Nuevo es totalmente reservado e íntimo.

“Si Ud. le pregunta a un colombiano qué es lo que más recuerda o disfruta de la Navidad, me atrevería a decir con total certeza que la mayoría hará referencia a las ‘Novenas de Aguinaldos’; sin duda”, cuenta Javier.

Algo similar ocurre en las familias, los barrios, pueblos y diferentes rincones del país. Grupos de personas se reúnen en torno a un pesebre y a un árbol de Navidad para orar, cantar villancicos, entonar los tradicionales gozos que nunca pueden faltar, así como para compartir un pasabocas al finalizar.

Las emisoras de radio, por ejemplo, vuelven a poner los viejos éxitos navideños bailables, esos que únicamente suenan en esta época. “Pero hay un aspecto que recientemente he descubierto de la navidad en Colombia”, cuenta Javier. “A pesar de que las celebraciones son las mismas, la Navidad varía de una zona geográfica a otra”, agrega.

Es así como en las ciudades del interior las novenas se celebran más fieles a la tradición, mientras que en zonas como la costa del Caribe o el Pacífico colombiano la letra de los gozos ha sido levemente modificada. Se le incorporan ritmos musicales de la zona como el currulao y aguabajo en el Pacífico, o la cumbia y el vallenato en el Caribe. “No se le haga raro encontrar en estas zonas novenas amenizadas al ritmo de una marimba, una tambora o un acordeón”, advierte Javier.

Adiós Bogotá…

El segundo año que estuve en Bogotá, me preparé para recibir invitaciones u organizar algo para el 24 de diciembre. El primer año estuve en esa fecha en mi país y, claro, me quedé con las ganas de celebrar aquí. Lamentablemente no llegó ni una invitación y todo plan fue frustrado.

A partir del 23 de diciembre la capital se convierte en una ciudad “abandonada”. No hay mucha gente en la calle y la mayoría viaja aunque sea a media hora de distancia de la ciudad. “En Bogotá, muchos de sus habitantes buscan descanso en otras ciudades o se van a visitar a sus familiares a sus lugares de origen”, relata Javier. La capital es una ciudad en la que una buena parte de sus habitantes provienen de otras zonas del país.

Como extranjero en Colombia debo decir que la Navidad en este hermoso país es un acontecimiento que vale la pena vivirlo. Ciertamente no se puede contar la efusividad de 40 millones de personas que viven ese momento y lo celebran apasionadamente. Yo que no soy de un país muy lejano, noto mucha diferencia. Me nace un agradecimiento muy grande y bonito a esta nación por mostrarme otra perspectiva de celebración y de solidaridad en estas fechas.

Versión Principiantes – A2

Navidad colombiana contada por un extranjero.


Las tradiciones de Navidad cambian según cada país. Por eso Rodrigo, un boliviano que vive en Colombia, nos cuenta su experiencia festejando la Navidad en el país cafetero. Para él, esta ha sido una experiencia enriquecedora y que cambió su manera de ver la Navidad y de celebrarla.

Los colombianos son fanáticos de la Navidad y la festejan durante muchas semanas. En Octubre las tiendas y las calles ya están decoradas.

En Colombia existen dos celebraciones que marcan el inicio de las Fiestas de Fin de Año. Una es la noche de velitas, donde las personas salen de sus casas y encienden velas y farolas en las calles y ventanas. Hay música bailable y se comparte con amigos y familia.

La otra es las Novenas de Navidad, en la cual las personas se reúnen en torno al pesebre y al árbol de Navidad, rezan, cantan, bailan y comen. En esta celebración, las personas se reúnen con amigos y con la familia cada día.

A diferencia de la Navidad, el Año Nuevo es una fiesta más familiar en Colombia. Las personas comparten solo con sus familias y no -como en otras partes del mundo- con amigos.

Gramática y Usos

A continuación encontrarás dos documentos PDF con la explicación del Uso y Gramática.

A1 ‘ Haber Vs Estar .

B1 ‘Pretérito Imperfecto . .

Vocabulario

Navidad colombiana

Navidad .

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