El reciclaje está cada vez más de moda en América Latina y se ha convertido paulatinamente en un hábito dentro de la sociedad. Mucho de esto se debe, principalmente, a personas y organizaciones que se preocupan de educar e incentivar a la población. En Chile, los municipios han sido uno de los principales motores de este cambio de conciencia y aquí les contamos la experiencia que llevan a cabo dos comunas de Santiago.
Por Daniela Zúñiga

ernanda Dittborn es actriz, profesora de teatro, estudiante de pedagogía básica y en sus ratos libres se dedica al cuidado del medio ambiente. Hace un año y medio creó un grupo en Facebook llamado “Cultura de reciclaje en Chile, ¡ahora!”. “La idea es ofrecer un lugar donde la gente intercambie información sobre maneras de reciclar, materiales reciclables o lugares donde ir a dejarlos”, explica. Su página actualmente tiene casi 11.500 miembros y es uno de los movimientos más potentes de Chile.

Fuera de la Web, Fernanda sigue generando conciencia. “Si veo a mis alumnos tomando bebida en envase de vidrio, les digo que eso es reciclable. Si leo un buen artículo sobre energía eficiente, lo mando en cadena”, cuenta. En su casa casi todo se recicla. En su balcón dejan en bolsas separadas cartones, plásticos, vidrios, latas y papel.

Como ella, son cada vez más las personas que están dándole atención al tema del reciclaje. El reaprovechamiento de los residuos poco a poco está comenzando a masificarse en Chile. Cada vez es más común ver contenedores de botellas, papeles o plásticos en el supermercado o que por el barrio pase un camión especializado que retire los desechos domiciliarios.

Según datos de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), en Chile cada persona genera en promedio un kilo de basura al día, lo que da un total de seis millones de toneladas al año.

El reciclaje es una de las mejores alternativas para deshacerse de los desechos y aprovecharlos, pero no es la más utilizada. Informes de CONAMA indican que en la Región Metropolitana la tasa total de reciclaje es de entre 10% y 12% anual.

Todo lo que Fernanda Dittborn reúne en su hogar lo lleva a “Punto Limpio”, en Vitacura, una comuna de clase alta ubicada en el sector oriente de Santiago. Este lugar es un centro de acopio único en Sudamérica y uno de los más modernos de la capital.

Juan Aranzaes, administrador de Punto Limpio, evalúa de manera positiva la participación de los vecinos, pero reconoce que costó al principio. “En el primer mes de funcionamiento sólo entraron dos personas; en 2008 subieron a 50.000. Este año calculamos que ya superaron las 100 mil”, señala.

Este proyecto significa también un ahorro en los costos de retiro de basura de la municipalidad, ya que los rellenos sanitarios cobran según la cantidad de kilos. Según estimaciones de Vitacura, este centro reducirá en un 50% la cantidad de basura que se lleva a estos lugares.

Hasta allí llegan en promedio unas 500 personas por semana que depositan sus residuos en contenedores clasificados por material. Este centro se inauguró en 2005. La iniciativa surgió con el fin de evitar el uso de rellenos sanitarios, promover la reutilización de materiales y evitar que sustancias tóxicas sean vertidas en los basurales. Pero no sólo tiene un fin ecológico. De paso colaboran con distintas instituciones de beneficencia.

En la Región Metropolitana los sistemas de reciclaje más comunes son los que se realizan a través de las campañas de beneficencia, con contenedores instalados en la vía pública. El material recolectado se vende para entregar dinero a una institución de caridad.

Esta alternativa existe en varias comunas de la capital, pero ninguna de ellas cuenta con cobertura total, a excepción de Ñuñoa. Esta comuna, ubicada en el sector oriente de la capital, concentra fundamentalmente estratos socioeconómicos medios y medios altos.

En 2003 se concretó el “Plan de reciclaje”, que nace en respuesta a las demandas de los vecinos, que pedían una preocupación del municipio respecto al medio ambiente y a la inquietud por el tema del propio alcalde Pedro Sabat, quien está en el cargo desde 1996.

Sabías qué…

Los cartoneros

Recolectores ambulantes de desechos, especialmente cartones y papeles, los cartoneros han desarrollado desde hace muchos años una verdadera profesión en países como Argentina y Chile. Viven completamente del negocio, aunque generalmente el dinero que obtienen es bastante poco. Un aspecto llamativo de esta actividad tiene que ver con el hecho de que familias completas, incluidos los niños, se dedican a desarrollar este oficio, el cual incluye el uso de tricicletas (Chile) o caballos (Argentina) para trasladar el papel que recolectan diariamente.

Christian Agurto, jefe del Departamento de Reciclaje de Ñuñoa, asegura que “ningún vecino puede decir que por su calle no pasa un camión de reciclaje una vez a la semana”. Éste es distinto a la basura y recoge papeles, vidrios, plásticos, envases de bebidas, aluminio, hojalata y Tetra Pak, que deben entregarse lavados y en una bolsa.

Los materiales reunidos se llevan al centro de acopio, la primera planta municipal existente en Chile, donde se clasifican los residuos, se procesan y luego son vendidos a las empresas recicladoras. El establecimiento genera utilidades de alrededor de 9 millones de pesos al mes.

Según Agurto, la falta de compromiso de los ciudadanos es el principal obstáculo que han tenido que enfrentar. “Cambiar los hábitos de la gente no es fácil”, señala. Para promover su programa realizan campañas puerta a puerta y difusión a través de dípticos y la página Web. Los niños han sido un motor fundamental para el éxito del programa.

“Cuando los niños aprenden, lo transmiten a su familia y los arrastran a colaborar”, señala. Para el Jefe del Departamento de Reciclaje, la respuesta de la comunidad ha sido buena. “Cuando partimos, juntábamos cerca de 60 toneladas mensuales y ahora llegamos a las 200. La participación de la población es del 35%”.

En Ñuñoa se producen unas 5000 toneladas de basura al mes y la meta del municipio es reciclar 300 toneladas y alcanzar una participación del 50% de los vecinos, por lo que aún queda trabajo por hacer.

Sabías qué…

Reciclaje en Latinoamérica

• El gobierno mexicano promueve el reciclaje de distintas formas y una de las más exitosas es la página “Fans del Planeta”, un portal Infantil de educación ambiental. • En Rafaela, Argentina, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial, el empresariado y el municipio están impulsando la “Bolsa de Subproductos”, que consiste en reciclar y reutilizar los residuos de la industria. • En Brasil, se otorgaron créditos de USD 128 millones para financiar la construcción de locales adecuados para la compra de vehículos eléctricos que faciliten el trabajo de reciclaje. • En Colombia existe desde el 2007 la campaña “Bogotá Recicla”, impulsada por la Secretaría Distrital del Hábitat. La gente clasifica en bolsas de diferentes colores los materiales a reciclar, las cuales son retiradas por operadores de limpieza.


feedback
nom@example.com
feedback
Active ton abonnement mensuel à VeinteMundos dès maintenant!
nom@example.com